
Publicado: 06/07/2015
Entre
las lesiones que tratamos con mayor frecuencia en nuestro centro de fisioterapia de Gijón, tenemos que mencionar
obligatoriamente las roturas fibrilares. Son desgarros, más o menos grandes,
que afectan a algunas de las fibras de un músculo, y que se producen bien por
una contusión o bien y de forma mayoritaria, por un sobreesfuerzo. El muslo o
los gemelos son las zonas dónde son más comunes.
Quienes sufren una rotura de fibras coinciden en señalar haber sentido un dolor
repentino e intenso, muchos lo asemejan a recibir una pedrada o un disparo, seguido
de la imposibilidad de mover adecuadamente el músculo afectado. La primera
media que se debe tomar al sentir esa “pedrada” es, lógicamente, interrumpir de
inmediato la actividad y, cuanto antes, aplicar hielo o compresas frías para
reducir la inflamación.
El tiempo de recuperación de una lesión de este tipo variará en función de
diferentes factores: El tamaño de la rotura, el músculo afectado… Pero, en
cualquier caso, será conveniente acudir a un centro de fisioterapia de Gijón para que un fisioterapeuta comience
la aplicación de un masaje drenante que ayude a educir la inflamación de la
zona afectada. A medida que vaya cicatrizando la herida, el mismo centro te irá
indicando algunos ejercicios para el estiramiento del músculo afectado con el
fin de ir recuperando su funcionalidad completa.
Como ocurre en otras muchas lesiones, la mejor forma de prevenir su aparición
es realizar un protocolo de calentamiento muscular antes de comenzar la
actividad deportiva. Desde el Centro de
Fisioterapia Galán te invitamos a visitarnos para ayudarte a crear ese protocolo
de calentamiento que te evitará muchas lesiones musculares